¿Qué es la terapia neural?
La terapia neural es una forma de medicina alternativa en la que se inyecta un anestésico local en determinados lugares del cuerpo para tratar el dolor crónico y la enfermedad.
La terapia neural es el tratamiento del dolor y otras enfermedades mediante la búsqueda y el tratamiento de las alteraciones del sistema eléctrico del cuerpo. Estas alteraciones se denominan campos de interferencia, que son el resultado de las respuestas del sistema nervioso autónomo. La terapia neural implica la inyección de un anestésico local mezclado con otros ingredientes en los campos de interferencia. La teoría en la que se basa la terapia neural es que un traumatismo puede causar una alteración a largo plazo de la función electroquímica de las células y los tejidos, lo que provoca una disfunción, y los objetivos son corregir la interferencia y facilitar la curación. La mayoría de las personas relacionan la aparición de la enfermedad o el dolor con una intervención quirúrgica, una lesión, una enfermedad o un traumatismo emocional. El dolor resultante puede producirse en zonas alejadas del traumatismo; por ejemplo, una cicatriz encontrada en la pierna puede causar dolor y/o disfunción en el hombro. Los tejidos que pueden verse afectados son:
- Cicatrices
- Nervios
- Ganglios autónomos (grupos de nervios autónomos)
- Sitio de atrapamiento de los nervios
- Órganos
- Disfunción mecánica articular o muscular
- Lugares de punción
La Terapia Neural es un tipo de enfoque terapéutico que trata al paciente de una manera integradora y humanizada. La principal característica de la Terapia Neural es que se consideran las enfermedades como procesos que hace la persona desde múltiples causas y se contemplan no solo los aspectos físicos/energéticos que han producido la sintomatología, sino también muchos otros factores emocionales, psicosociales, ambientales, etc. que le han hecho enfermar.
Este tipo de medicina natural da prioridad al encuentro, la escucha activa, el observar y el acompañamiento, potenciando el diálogo activo y empático.

¿Cómo funciona y a quién puede aplicarse la terapia neural?
En la práctica de esta medicina se aplican infiltraciones de procaína (anestésico local) a muy baja concentración en lugares del cuerpo donde la persona tenga irritaciones, bloqueos o interferencias del Sistema Nervioso neurovegetativo (SNV).
Se parte de la base en la cual el sistema nervioso vegetativo (SNV) actúa como una red que conecta todo el cuerpo humano, de tal forma que lo que ocurre en un lugar está repercutiendo en otro alejado de aquél donde se manifiesta el síntoma. La procaína, en este caso, desbloquea esta irritación o interferencia y la persona experimenta mejoría en la sintomatología o en su manera de experienciarla, de sentirla.
La procaína actúa a nivel celular, restableciendo una corriente nerviosa que estaba dañada y haciendo que la persona elabore una auto-eco-organización y por lo tanto recupere su salud.
Las células en campos de interferencia tienen una carga eléctrica anormal en la superficie celular. Esto hace que se envíen señales anormales desde los nervios al cerebro (señales aferentes anormales). Estas señales desencadenan respuestas anormales del sistema nervioso autónomo. Los anestésicos locales afectan a las células estabilizando la membrana y normalizando la carga eléctrica. Aunque los efectos duren poco tiempo, permiten mejorar el metabolismo celular, creando un entorno celular más saludable y ayudando a estabilizar el sistema. La mejora del metabolismo celular permite que las toxinas salgan de las células y que los nutrientes entren, reduciendo así el dolor.
¿A quién se puede aplicar la Terapia Neural?
La Terapia Neural es una medicina reguladora al poner en marcha mecanismos para la auto-eco-organización en la persona. Se puede tratar con ella todo tipo de personas, incluida la infancia, mujeres embarazadas y personas con edad avanzada.
Las bases científicas de la Terapia Neural proceden desde el siglo XIX, donde se descubrieron las propiedades antinflamatorias y el efecto a distancia que podían tener los anestésicos locales, pero fue en Alemania en los años 30 donde los hermanos Huneken descubrieron de una manera casual los enormes beneficios de la procaína, al inyectar por error a su hermana -que padecía de migrañas hasta ese momento sin curación- un compuesto que contenía procaína, desapareciendo la migraña de forma inexplicable. A partir de dicho momento se dedicaron a investigar, sentando las bases de la Terapia Neural tal como se conoce hoy en día.
¿Qué es el sistema nervioso autónomo?
Todas las células del cuerpo están conectadas y controladas por el sistema nervioso autónomo. Regula la respiración, la circulación, la temperatura corporal, la digestión, el metabolismo y la formación y distribución de hormonas. Controla todos los procesos automáticos que el cuerpo necesita para funcionar.
Cuando se produce un traumatismo en una zona, el sistema nervioso autónomo aumenta la circulación en la parte del cuerpo afectada. Cuando esta circulación no vuelve a la normalidad, se desarrollan campos de interferencia.
¿Cómo afecta el tejido cicatricial al sistema nervioso autónomo?
El tejido cicatricial puede crear una señal eléctrica anormal en el sistema nervioso autónomo. Esta señal se transmite entonces a través del sistema nervioso autónomo por todo el cuerpo. Por ello, una cicatriz en una parte del cuerpo puede causar dolor en otra zona que ni siquiera está cerca de la cicatriz. Las cicatrices que son fuentes más comunes de síndromes de dolor incluyen:
- Todas las cicatrices de cirugía abdominal o de espalda
- Artroscopia de rodilla u hombro
- Laparoscopia pélvica alrededor del ombligo
- Cicatrices de extracción de dientes
- Cicatrices de vacunación
- Bunionectomía
- Cirugía de la vesícula biliar
- Amigdalectomía
- Cicatrices de estiramiento facial
¿Qué son los campos de interferencia?
Los campos de interferencia tienen potenciales eléctricos más bajos que el tejido circundante. Las corrientes eléctricas fluirán de las zonas de mayor tensión a las de menor. Debido a la interrupción de la actividad eléctrica debida a la presencia de tejido cicatricial, se envían señales mixtas a través del sistema nervioso del cuerpo. Como resultado, el cuerpo reaccionará de forma que puede provocar dolor crónico y/o enfermedad. Los campos de interferencia pueden ser causados por
- Infecciones
- Enfermedad
- Trauma emocional
- Trauma físico que puede incluir
- Cirugía
- Accidentes
- Cortes profundos
- Biopsias
- Parto
- Procedimientos dentales
- Vacunas
- Quemaduras
- Tatuajes
Los campos de interferencia pueden encontrarse en casi cualquier parte del cuerpo y pueden estar lejos de la zona del dolor. Un historial exhaustivo ayudará a encontrar posibles campos de interferencia que puedan estar contribuyendo a su dolor, y su médico podrá decidir si la terapia neural es apropiada para el tratamiento de su dolor.
¿Cómo se realizan las inyecciones de terapia neural?
Las inyecciones se realizan con una aguja muy fina dirigida justo debajo de la piel (por vía subcutánea) en cicatrices, nervios, puntos de acupuntura, glándulas y puntos gatillo. A veces se realizan inyecciones profundas en los ganglios (un conjunto de tejido nervioso) o en un plexo (una red de nervios). Las inyecciones se realizan para eliminar las interferencias y restablecer el flujo energético natural del cuerpo.
Después de inyectar la cicatriz, a veces se inyecta una pequeña cantidad de anestesia local en una vena, lo que ayuda a estabilizar el sistema nervioso. También, a veces, inyectamos pequeñas «manchas» de anestesia local de forma segmentada sobre otras zonas del cuerpo donde se encuentran patrones de interferencia o zonas de actividad eléctrica anormal.
Terapia Neural: historia
La terapia neural se ha descrito como una manera de medicina holística para tratar la enfermedad y el dolor crónico. La terapia neural es un enfoque extraño que pretende tratar el dolor y la enfermedad mediante la inyección de anestésicos locales en nervios, cicatrices, glándulas, puntos gatillo y otros tejidos.
La idea en la que se basa la terapia es que los «campos de interferencia» (Störfelder) en ciertos lugares del cuerpo son responsables de un tipo de energía eléctrica que causa la enfermedad. Los campos pueden ser interrumpidos por la inyección, permitiendo que el cuerpo se cure.
La práctica tuvo su origen en 1925, cuando el cirujano alemán Ferdinand Huneke, utilizó un medicamento para el dolor recién lanzado al mercado que contenía procaína (un anestésico local) en su hermana, que padecía migrañas severas intratables. En lugar de utilizarlo por vía intramuscular, como se recomendaba, lo inyectó por vía intravenosa y el ataque de migraña cesó inmediatamente. Posteriormente, él y su hermano Walter utilizaron la novocaína de forma similar para tratar diversas dolencias.
En 1940, el cirujano Huneke inyectó el hombro doloroso de una mujer que también tenía una osteomielitis en la pierna que en aquel momento (antes de los antibióticos) amenazaba con amputarla. El dolor del hombro mejoró un poco, pero la herida de la pierna empezó a picar. Al inyectar la herida de la pierna, el dolor del hombro desapareció de inmediato, una reacción que él denominó «fenómeno secundario» (Sekundenphänomen) En la terapia de segmentos, se inyecta un anestésico local en forma de cuadrantes cutáneos en la zona del dermatoma correspondiente (llamadas zonas de cabeza) de los órganos internos o en los ganglios vegetativos. El efecto de reflexión debe transmitirse a través del sistema nervioso vegetativo en el segmento afectado.